MADRE

15.08.2020

SINOPSIS

La vida de Ricardo era tranquila. Sus días se repartían entre un mediocre trabajo como informático en una multinacional del plástico, dos hijas (Iris y Tatiana) que daban algún que otro tono de color a su monótono transitar por este mundo y un matrimonio con Cristina que podríamos definir como... «estable». Sí, su vida era tranquila, hasta que la crisis económica lo desbarató todo.
Sin embargo, Ricardo era un tipo de recursos, y una idea larvada en su cabeza desde años se le representó como una salida con futuro a su situación: una casa rural en el Altiplano de Granada. Un viejo cortijo abandonado estaba en su punto de mira para hacer realidad ese proyecto vital en la tierra de sus padres, y algún dinero ahorrado le daría el empujón definitivo a su plan. ¿Qué podía salir mal?
Pero unos sucesos de décadas atrás dormitaban silentes entre los muros de aquel cortijo. Una presencia oscura aguardaba paciente entre las sombras a que aquel lugar volviera a llenarse de vida. Sí, algo podía salir mal, y Ricardo y su familia lo iban a descubrir muy pronto

RESEÑA


Primer libro que leo de este autor y presumo que no será el último.

Se trata de un libro al más puro estilo Stephen King. Desde el momento cero te atrapa te enreda en sus palabras para conseguir que vayas leyendo un poquito más, un párrafo más, un capítulo más, hasta llegar al final.

Según vas avanzando en la historia el autor te sabe atrapar poquito a poquito. Todo comienza con un inocente despido del protagonista, esto motiva que aproveche esa situación para arrastrar a su familia hasta el pueblo de sus padres para ver cumplido su sueño, regentar una casa rural.

Todo es tan sencillo, una familia enfrentada entre ellos con dos hijas, que contra la voluntad de su mujer se acaba estableciendo en Huescar, todo muy inocente muy normal. Pero la maestría del autor, dejando detalles en forma de eventos sueltos, frases que intercala, va dejando claro según avanza la lectura que de historia sencilla e inocente Madre no tiene absolutamente nada.

Poco a poco, el ritmo de los sucesos se va incrementando, cada cosa que pasa te lleva a la otra, hasta llegar al capítulo final que adquiere un ritmo trepidante que no te permite apartar tu vista del libro hasta que este por fin termina.

Otra de las cosas que más me han gustado es la gran definición de los personajes, a los que llegas a repeler u odiar, cómo a mí me pasó con el primo de Ricardo, el protagonista. Acabas no pudiéndole ni ver.

Sin duda acabar esta lectura me deja con ganas de descubrir otras obras de este M.A. Vegara para dejarme sorprender por él.

Ha sido un gran descubrimiento en una lectura que recomiendo cien por cien. Eso sí, si eres un poco miedoso no recomiendo leer esta obra en una noche de tormenta.