EL ASTRACRIMEN
Cuando el caso, denominado por los medios «El Astracrimen», llegó a la comisaría, ninguno de mis compañeros, ni yo, éramos conscientes del protagonismo que cobraríamos ante la prensa. Comprensible, una persona capaz de inyectar grandes dosis de la famosa vacuna en unos Ferrero Rocher, con el único propósito de ir aniquilando gente a diestro y...