UN SUEÑO EN JAQUE MATE

06.01.2023

Después de largas horas de sueño, desperté, y me di cuenta que ese paisaje no era el mío. Esos seres que estaban junto a mi no pertenecían a mi historia, a mi vida. ¿Qué estaba sucediendo? "Tranquila, me dije, igual es que acabas de regresar al mundo de los mortales y "Morfeo" sigue aún en tu subconsciente, Seguro que,  con un buen sorbo de café, se arregla."

Pero no, una taza y media más tarde, todo continuaba igual y no sabía a qué atenerme. El decorado que veía a mí alrededor era un gran tablero de ajedrez con sus correspondientes piezas, sin contar la cocina claro. Gracias a ella pude hacerme el café. No se que pintaba yo en medio de un juego al que no se jugar. Bien, quizás sea por eso, porque mi vida está llena de obstáculos que una no sabe sortear. A lo mejor todo esto era un mensaje en clave.

De repente, empezaron a moverse todas y cada una de las piezas, blancas y negras venían hacia mi, que me encontraba en el centro del tablero. Anda que ya me vale,  podía haberme tomado el café en la cocina...

A ver, cerrad los ojos un momento y poneros en mi situación. La mía era de un pánico total, de inmovilización absoluta y de un mutismo grandioso. Cuando estuvieron prácticamente junto a mí, , se sentaron a mí alrededor. Sí, lo digo bien, eso también es increíble, ver unas piezas que si no me equivoco eran de mármol, doblarse tal cual plastilina. Ahora, eso sí, el colmo de los colmos fue cuando el rey blanco, que por lo que pude vislumbrar llevaba la voz cantante, se dirigió hacia mi y me dijo: 

- Saludos querida amiga, imaginamos que sorprendida por nuestra visita, pero tranquila, todo pasa. Solo estamos aquí para que, como en este juego, decidas de una vez  -¿Veis? Ya lo decía yo. Mensaje...-,  qué quieres hacer de tu vida.

-Eso es -dijo ahora la reina-. Las demás personas que encuentres podrán asesorarte, darte consejos pero, recuerda solo tú eres la única que decide sobre tu futuro. En tus manos está que decidas ser un peón, un alfil o un rey. 

-En definitiva -saltó la torre-, solo tú mueves las piezas hacia donde quieras que vayan, y únicamente de las jugadas que hagas dependerá que esa partida llamada tu vida acabe o no en jaque mate.

 Después de las últimas palabras pronunciadas,  las piezas poco a poco volvieron a ponerse en su lugar, como preparándose para la siguiente partida y yo, exhausta después de lo vivido, me quedé dormida otra vez en medio de ese gran tablero.

Unas horas más tarde, apareció mi hijo.  -----¡Mami despierta ya, que son las nueve! 

Así lo hice, desperté y, al hacerlo, volvía a estar en mi habitación, en mi cama. Allí no había ningún tablero, ni ninguna pieza de ajedrez.

¿Lo había soñado? ¡Había sido tan real Eso sí, el mensaje entre líneas que me dejaron, sí que lo era.

"Solo tú mueves las piezas de tu vida hacia donde quieres llevarlas. De tu jugada depende el éxito o fracaso de la partida". 

FIN