LAS TRES CERTEZAS Auri Luzundia

02.11.2020

UN RELATO DE BEGOÑA GALLEGO

Eme ya había cumplido los 30 años y aunque la vida le reservara grandes enseñanzas todavía, en los últimos tiempos se había quitado un velo de los ojos al darse cuenta de que había tres verdades que la han acompañado desde siempre, pero que se empeñaba en negar. Sim embargo, ahora que estaba de baja después de haber visto la muerte de cerca, con grandes restricciones en su dieta y, de nuevo, con él a su lado, no le quedó más que claudicar a lo evidente.
Ella que había estudiado, trabajado y conocido la sensación de no saber cuánto tiempo más iba a estar en el paro; ella que había estado gorda, delgada y en forma dependiendo de su estado de ánimo; y, ella que había estado casada, soltera y separada, podía decir que siempre que estudiaba, había aprobado; que si no comía dulces, en especial los buñuelos que tanto le gustaban, adelgazaba; y que cada vez que él se cruzara en su vida, se enamoraría perdidamente de nuevo.